La comunidad de Lobería tenía la urgencia de contar con un Centro Cultural y una sede de para la Escuela de Estética. Las construcciones ferroviarias que se encuentran en el limite de la zona urbana estaban en desuso y en estado de abandono. La conjunción de estos factores y la decisión política de revitalizar el sector son el puntapié inicial de un gran desafío, revitalizar la historia para generar un futuro.
Es así como nace este edificio, donde la arquitectura ferroviaria se transforma con toda su magia en un centro de exposiciones y sala de actividades culturales, mientras que se crea un edificio anexo para la incursión en el arte de niños y adolescentes , estos edificios articulados por un acceso transparente que hace la suerte de pivote entre la historia y el futuro.
Edificio de 500 m2 , donde la premisas fueron la apertura a la comunidad , la relación exterior-interior, potenciar la arquitectura existente y la generación de espacios versátiles, tal como lo requieren las actividades culturales.

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